Estos gigantes y cabezudos son una tradición popular celebrada en muchas fiestas locales de España, especialmente de Euzkadi, el país vasco. La tradición consiste en sacar en desfile ciertas figuras a hombros, que normalmente representan a personajes populares locales o a figuras mitológicas, bailando y animando o persiguiendo a la gente que acude a la celebración.
Las figuras están realizadas en cartón-piedra o poliéster (o, más recientemente, fibra de vidrio) con un armazón de cañas, madera, hierro o aluminio que se cubre con tela. Los "gigantes" (llamados gigantones en parte de España y gigantillas en Santander) tienen una altura desproporcionada, creando un efecto de nobleza, mientras que en los "cabezudos" (también llamados kilikis), de menor altura, se destaca la proporción de la cabeza, dando un efecto más cómico. También existen los "caballitos" (llamados "zaldicos" en Navarra), personajes mitad caballo (la cabeza, parte del disfraz) mitad humano, el resto del cuerpo.Los desfiles de gigantes y cabezudos se suelen organizar en comparsas.El origen de la tradición data de la Edad Media. Las primeras referencias escritas datan de 1201 en Pamplona (Navarra, país vasco) con tres gigantes que representaban a tres tipos de oficios: un leñador, una cocinera y un minero. Solían salir en la procesión de San Fermín. Más tarde, la tradición de los gigantes fue esparciéndose por España y el mundo entero.



Desaparecidos los desfiles marplatenses, el Gargantúa duerme en la sombra del olvido, guardado en el galpón de uno de los miembros más importantes del Centro Vasco...
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