Cuando hicimos las excursiones comenzamos por la misma ciudad de Belén, visitando La Puntilla, el puente y el río Belén. La ciudad, pese al avance del progreso, no se contaminó por ello y hay cosas que cambian y otras que siguen igual.
Llegando a Londres, Natalia se lució sacando fotos a múltiples mariposas, mansitas y accesibles.
Siempre en Londres, en la casa de una tejedora, nos sumergimos en una especie de cueva de Alí Babá de colores, con ponchos, pullos, alfombras, alforjas, gorros, bufandas, polainas, todo tipo de prendas de telar hechos por ella y bordados. Y, por supuesto, nos quedamos fascinados con su enorme patio lleno de telares en obra.
Nos llevaron a comer a otra casa y, oh sorpresa, sin decir nada al grupo nos agasajaron trayendo un cantor londrino, Ariel Gutiérrez, que nos emocionó enormemente con sus zambas catamarqueñas y su voz absolutamente empapada de sentimiento. Fue un regalo sorpesa! He aquí una pequeña muestra:
http://ca.youtube.com/watch?v=D2d4OQcJuhs
Salimos de Londres para ir al Norte, pasando la Quebrada de Belén que me sorprendió totalmente asfaltada. Veinticinco años no pasaron en vano!
Luego de la Puerta de San José y su capillita y poblado, pasamos por La Ciénaga y vimos los mismos ranchitos de hace 25 años. Algunos, que se cayeron con la vibración de las máquinas que hicieron los caminos, fueron reconstuidos por el gobierno pero con ladrillos grises, mejorando con el cambio. Pasando La Ciénaga se nos acabó el asfalto y el chofer baqueano se manejó con suma habilidad por el camino ascendente de ripio.
El paisaje, en el camino, era un deleite. Cerros con médanos o nieve o nubes en la cumbre, farallones empinadísimos, faldas con caprichosas formas producidas por la erosión que asemejaban tropas de gigantescos guerreros de pie, un efecto increíble. Quisiera poner muchas más fotos, pero la carta pesaría más de 1 MB y ya no saldría...Al último recodo del camino nos recibió Hualfín, con sus montañas de colores.
Campos de rojo intenso de pimientos secándose al sol...
La iglesia de Hualfin es una joyita, monumento histórico.
Miren la fecha! 1770!
Totalmente creado por aborígenes de la zona, el altar es una pinturita.
El púlpito, como la puerta, el dintel, los bancos, la cantoría, todo está tallado a mano.
Esta belleza es una tinta aguada donada por una de las señoras de la época, realizada en... 1770
La puerta de entrada, de doble hoja.
Regresando a Belén, estábamos contentísimos, silenciosos y cansados!
1 comentario:
Hermoso lugar... es uno de los que aùn me lo debo,...aunque ya lo estoy recorriendo con tus relatos
Arq. Lilyana Adamo
Publicar un comentario